Resulta triste y doloroso asistir diariamente en estos meses de verano a las informaciones de los numerosos incendios que asolan distintas comarcas de nuestro país, de norte a sur y de este a oeste, tratándose por lo general  de espacios de gran valor medioambiental y sobre todo de gran valor sentimental, social y económico para sus gentes.

En este sentido, me gustaría detenerme en los incendios ocurridos a lo largo de la última semana en el sur de la provincia de León y que se han llevado más de diez mil hectáreas de nuestros recursos más valiosos.  Hablamos de unas comarcas modélicas en todo lo que hace referencia al desarrollo rural, desde los ayuntamientos y mancomunidades han implicado a los vecinos en buscar nuevas alternativas económicas,  muchas de ellas basadas en los recursos que proceden de sus bosques. En unos enclaves privilegiados, distintos colectivos principalmente de mujeres, han creado con mucho esfuerzo y dedicación diversas empresas, centradas en ofrecer productos manufacturados procedentes del bosque de forma artesanal, que han dado como resultado conservas y platos de calidad, que tienen como materia prima los hongos y setas o los denominados frutos del bosque.

Se está trabajando desde estos núcleos rurales en buscar salidas a unos territorios cada vez más despoblados y con menos servicios que ofrecer al vecino y al visitante, con ideas en muchos casos novedosas e innovadoras, pero que la llama de una cerilla puede eliminar en unas horas. Por ello, debemos sentirnos orgullosos de nuestros bosques y nuestros vecinos, por la gestión tan ejemplar que hacen de su patrimonio, entendiendo por todos que el bosque es el principal recurso económico, social y turístico que poseemos.

Por último, vaya mi recuerdo para todos los alcaldes de esos pequeños pueblos del sur de León, como Castrocontigo, Tabuyo del Monte, Cubo de Benavente, etc., que representan al conjunto de esos pequeños municipios de nuestra región, que trabajan y gestionan el día a día de sus pueblos, encontrándose en ocasiones con situaciones lamentables e inexplicables como son la provocación de un incendio por un vecino del lugar.