Con motivo de Feria de Turismo Interior, INTUR, 2013, celebrada en Valladolid del 21 al 24 de noviembre, tuve la oportunidad de poder asistir a la presentación del Observatorio de Turismo Rural, que consiste en una iniciativa de investigación llevada a cabo por uno de los portales de reservas de turismo rural más importantes de España, www.escapadarural.com, que cuenta con más de ochenta mil alojamientos afiliados. El estudio aporta una gran información para el sector del turismo rural en España, desde el ámbito de la oferta, es decir los propietarios y de la demanda, es decir los viajeros.

Nos vamos a centrar en las conclusiones relevantes relativas a nuestra región y que pueden ser válidas perfectamente para la provincia de Soria.

Si analizamos el perfil del propietario de esta tipología de negocios, en la mitad de los casos, se trata de un empresario que lleva menos de cinco años al frente de su negocio, en la mayoría de los casos esta actividad está regentada por una mujer, con edades que superan los 45 años de media. Quizá una de las notas más destacadas a reseñar, es que más del las dos terceras partes combina su dedicación al establecimiento con otra actividad laboral, lo que hace en muchos casos que este tipo de negocios adolece de una falta importante de profesionalidad. A esto habría que añadir  un porcentaje elevado de los propietarios que manifiestan un elevado componente vocacional, ya que señalan que empezaron en este sector porque “siempre les gustó la idea de tener un negocio de turismo rural”.

Sin duda, hay que agradecer a Escapada Rural, esta magnífica herramienta que pone en nuestras manos de forma gratuíta, para poder analizar nuestros puntos fuertes y débiles, de cara a un futuro incierto y complejo. Se ha invertido mucho y bien en la mayoría de los casos por parte de la iniciativa privada, se ha recuperado un patrimonio de edificaciones tradicionales que de otra forma hubieran sido espacios en ruinas, como muchos que tenemos en casi todos los pueblos de nuestro medio rural. Se habla últimamente de la necesidad de internacionalizar el turismo rural, para atraer más turistas de otros países europeos, pero yo me pregunto, si estamos preparados tecnológica e idiomáticamente para recibirlos