Resulta desalentador observar los recortes que se producen día a día en todas las administraciones cuando presentan sus presupuestos para este año; bueno para este medio año, ya que lamentablemente hay administraciones que a veintidós de mayo todavía no han aprobado sus presupuestos, sin duda, resultará mucho más fácil cuadrar las cuentas a seis meses que a doce meses.

Los recortes afectan a los pilares básicos de la sociedad como son la educación y la sanidad, con todo lo que conlleva, pero también afectan al resto de las áreas que conforman la denominada sociedad del bienestar; por otro lado, también se han congelado la mayoría de los proyectos de inversión que suelen acometer las administraciones públicas en el desarrollo de las distintas infraestructuras, ni que decir tiene que en Soria sabemos un poco del tema.

Si bien, me quería detener en estos momentos  en un sector concreto como es el turismo. Hemos tenido años de bonanza en nuestra provincia, con varios planes de dinamización turística que han empujado la  inversión en el sector y han contribuido a mantener viva la llama de su actividad económica. De la mano, se han desarrollado a lo largo de más de tres años, el Plan de Dinamización Turística de Tierras Altas y el de Soria capital, con más de tres millones de euros de inversión, donde han ido al unísono la administración central, la autonómica y  la local, que han sido una bocanada de aire fresco, en unos momentos delicados para acometer cualquier iniciativa. Pero lamentablemente ambos planes han llegado a su fin, ahora nos podemos preguntar qué proyectos planteamos a corto y a medio plazo, y sobre todo donde vamos a ser capaces de conseguir la financiación para su ejecución.

El turismo del que todos hablamos y que consideramos como una de las pocas salidas económicas de nuestra provincia, se ha quedado sin planes que puedan poner en marcha y ejecutar  proyectos de interés turístico, pero quizá lo más triste, es que también nos hemos quedado sin el ente capaz de aglutinar el sector,  como ha sido más de veinte años el Patronato Provincial de Turismo.

Estamos en época de recesión, de presupuestos de subsistencia, de inversión en el gasto corriente de nuestras administraciones, los planes con financiación para desarrollar proyectos en nuestra provincia han tocado a su fin, incluso la joya de la corona para nuestros municipio, los planes provinciales, también tendrán que esperar mejores tiempos para volver a ver la luz.